Imagina un paraíso vinícola en Vilaflor, finca de 48.600 m² donde los viñedos de uvas blancas se extienden como un tapiz dorado bajo el sol, bellas vistas tanto al mar como a la montaña. Esta propiedad no solo es una joya de la naturaleza, sino también un proyecto en pleno desarrollo que ya ha comenzado a dar vida a un restaurante y una bodega de vinos. Aquí, tienes la oportunidad de crear un destino donde cada copa de vino cuenta una historia, y cada comida es una celebración de sabores únicos.
Este es el lugar donde tus sueños de emprendimiento se fusionan con la belleza del entorno, ofreciendo una inversión excepcional que cautivará todos tus sentidos y los de tus futuros clientes.